Gibraltar: La Roca

Un día en Gibraltar: La Roca 


Salimos tempranito por la mañana a la parada de autobus para esperar el autocar que nos llevaría a Gibraltar. Lo habíamos reservado el día anterior, ya que era la opción más económica para ir y volver en el día, unos 14 euros por persona desde Benalmádena.

La duración del trayecto Benalmádena-Gibraltar es aproximadamente unas 4 horas debido a que el autobus va haciendo varias paradas para recoger gente. De todas manera, el viaje se hizo ameno con las vistas a la costa del sol, y el guía que nos iba explicando la historia de Gibraltar en diferentes idiomas.

Unos 20 minutos antes de llegar, desde lejos ya divisamos el peñón tan emblemático; también conocido como “The Rock”.
Un rápido control aduanero y ya estábamos en territorio británico. Atravesamos la pista de aterrizaje en el autobus y ya estabamos listo para el paseo.

Gibraltar es muy pequeño, así que todo está muy a mano. Cerca de la terminal de autobuses (a unos 5 minutos) se encuentra Water Gate, que es la puerta que da acceso a la ciudad. 
Para manejarse con las compras, la moneda oficial es la libra, pero se puede pagar en euros sin ningún inconveniente

Entramos por la calle principal (Main Street), repleta de bares, restoranes y tiendas, donde en teoría, todo es más barato ya que es un sitio libre de impuestos.
Pasamos por el Registro de la Suprema Corte donde se casaron John Lennon y Yoko Ono en 1969 en una visita relámpago al peñón….excentricidades de ricos!

Subida al peñón
Se puede hacer a pie (2-3 horas), en taxi, autobús turístico o por medio del cable car (teleférico) que cuesta unos 11,30 euros, solo la subida. Optamos por esta última alternativa no por ser la más económica sino la mas expeditiva.
El ascenso es rápido y en unos 5 minutos ya estábamos en lo alto del peñón y los típicos monos estaban esperándonos para darnos la bienvenida.

Una vez arriba, las vistas son espléndidas.
Hacia un lado podemos divisar la bahía de Algeciras, Gibraltar, La Línea de la Concepción, el puerto, las playas y la pista de aterrizaje,
Hacia el otro, si el día está despejado, se puede divisar la costa africana entre el mar mediterráneo y el Océano Atlántico

Los monos son muy divertidos, actualmente su población asciende a unos 300 ejemplares. No hay que dejarse engañar por su aspecto inofensivo ya que pueden perder el control y engancharse a los pelos de uno. También ojo con las carteras y cámaras ya que estos bonitos animales pueden llegar a cogernos por sorpresa. Hay que tener en cuenta que esta prohibido darles de comer.

Decidimos ir bajando el peñón a pie, acompañados por nuestros graciosos amigos que no paraban de hacer monerías cerca del comedero. Por el camino de bajada, hay varios puntos de interés, pero en la mayoría de ellos cobran por entrar; The great siege Tunnels, Moorish Castle, Los túneles de la segunda guerra Mundial, Las cuevas de San Miguel, entre otros

Seguimos el camino, rodeados por la naturaleza hasta que llegamos a las Columnas de Hércules, símbolo que recuerda que el peñón, antiguamente conocido como Mons Calpe, era el límite del mundo conocido, la última frontera para los antiguos navegantes del Mediterráneo.

Paseamos por el hermoso Jardín Botánico y una vez en la ciudad, hicimos algunas compras de rigor (te, chocolates, bebidas), aunque en realidad no vi las cosas mucho más baratas que en España.

Tampoco hay que dejar de visitar Europa Point, que esta situada en el extremo del peñón de Gibraltar. En un día claro permite una magnífica vista del estrecho de Gibraltar y las montañas Africanas de Rif.

Por último, no podíamos irnos sin tomar unas frescas pintas en típica taberna inglesa. Cheers y adiós al Peñón.

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